Cuando YouTube desquició a los youtubers con la 'monetización'
- Javier López
- 18 ene 2018
- 2 Min. de lectura

Allá por septiembre del año 2016 surgía una grave pólemica que ha estado latente en YouTube hasta hace no mucho. De un día para otro, la plataforma dirigida por Google, realizaba un cambio en su política de contenidos y monetización. Dicho de otra forma, cambiaba sus normas de comunidad y aquellos que no las respetasen verían como sus vídeos quedarían fuera de la inclusión de anuncios (sin poder sacar rentabilidad económica por ellos).
Desde entonces, aquellos youtubers más destacados, y que por tanto veían como sus beneficios se reducían drásticamente, comenzaban una campaña en contra de la plataforma debido a su disconformidad con las medidas tomadas. Algunos de los creadores de contenido más importantes tales como Wismichu, ElRubius o El Rincón de Giorgio, ponían el grito en el cielo reclamando lo que era suyo.
Y es que algunos como el gallego Wismichu, declaraban que el aporte económico de sus vídeos no le daba ni para comer, cayendo hasta los 100 euros por producción audiovisual, cuando en muchas ocasiones supera los 1000. Por ello, algunos decidieron elaborar vídeos criticando a la plataforma y reclamando mayor libertad de expresión. Pero, ¿dónde radicaba el problema?

Monetización de un vídeo de Wismichu/ Fuente: Twitter Wismichu
Los vídeos ‘family friendly’
La respuesta ante semejante descalabro de la plataforma es, como ya hemos dicho anteriormente, un cambio en su política de monetización. Surgía el conocido como contenido ‘family friendly’, que traducido al castellano significa ‘amigable’ o ‘para toda la familia’. De esta manera YouTube se proponía evitar que el contenido de sus creadores respetase las siguientes normas (al menos si querían monetizar sus vídeos):
Escenas de carácter sugerente, incluidos desnudos parciales y humor verde.
Violencia, incluidas imágenes de lesiones graves y acontecimientos relacionados con el extremismo violento.
Lenguaje inapropiado, incluido el acoso, las obscenidades y el lenguaje vulgar.
Incitación a la venta, el consumo o el abuso de drogas y sustancias reguladas.
Acontecimientos y asuntos controvertidos y delicados como conflictos bélicos o políticos, desastres naturales y tragedias (aunque no aparezcan imágenes explícitas).
La 'censura' de YouTube según Rubius/ Fuente: Canal YouTube ElRubius
Claro, algunos de estos aspectos fueron muy generales, y entrar a valorar que es lenguaje vulgar o no hacía que muchos tuviesen que andar con pies de plomo para evitar que sus vídeos fuesen restringidos. Ahí es donde entraba la falta de libertad de expresión, además de provocar que muchos de los youtubers, los cuales habían calado en el público por su expresividad y su forma de ser, perdiesen ese tono natural que les caracterizaba.
Sin embargo, hace unos meses algunos youtubers hacían público que volvían a recuperar sus ingresos, dando a entender que el problema estaba solucionado. Otros mientras tanto, como Auronplay, nunca vieron su monetización afectada (pese a no tener un vocabulario muy ‘family friendly’), por lo que dedicaron algún que otro momento a jactarse de alguno de sus compañeros de la forma más original posible: haciéndose pasar por YouTube España. Si no que se lo digan a Jordi Wild.
La broma sobre YouTube a Jordi Wild/ Fuente: Canal YouTube Auronplay
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